domingo, 14 de diciembre de 2014

AMOR (II)- Cartas

Aprovechando el jugoso tema del mes y para lo que queda del mismo, voy a publicar una serie de cartas de amor inventadas a partir de historias reales. Si alguien se atreve a inspirarme, que se manifieste. Aquí va la primera.
Carta de Adele
Me he enterado de que te vas casar. Quise enfadarme porque no fuiste tú quien me lo dijo, pero luego comprendí que no tenía mucho sentido que me llamaras o escribieras para contármelo después de dos años sin hablarnos. De todas formas, no habría cambiado lo que sentí al recibir la noticia.
Han pasado más de dos años desde que me dijiste que ya no estabas enamorado de mí y lo cierto es que aún pienso en tí cada día. Dicen que el tiempo lo cura todo, pero a este paso si consigo olvidarte será por Alzheimer. Me acuerdo de tu voz ronca y del sonido de tu risa. El otro día creí oírte por la calle. Me quedé paralizada.
Te preguntarás por qué te cuento esto, si se trata de un último intento a la desesperada por recuperarte. Sabes que ese nunca ha sido mi estilo, el de forzar situaciones abocadas al fracaso. Sólo quiero que sepas que aunque durante todo este tiempo me he esforzado por odiarte, por encontrar razones para pensar "si en realidad no es para tanto, seguro que encuentro a alguien mucho mejor", no lo he conseguido. Nadie ha podido cubrir tu ausencia. Todavía no.
Supongo que ella te ha hecho sentir cosas que nunca llegaste a sentir conmigo, que no estábamos destinados a estar juntos después de todo. Al menos me libraré de llamar Leopoldo a mi primer hijo...
Perdona que irrumpa así, con esta carta, en tu vida, pero necesitaba que supieses que aún te quiero y que, por eso mismo, te deseo lo mejor, que espero, de verdad y aunque me cueste reconocerlo, que seáis muy felices juntos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario